|
La
abadesa del monasterio de Casbas (Huesca) Ana Abarca de Bolea (hermana del
Conde de Aranda), ya nos habla de ella en el siglo XVII:
"Toz
la claman buena noche,
dirálo la colazión
y lo tizón de Nadal
que ye nombrado tizón"
En
la primavera se va al bosque a recoger la leña para el invierno. Los
picadores reservan la toza más grande para el día de Navidad. En
Nochebuena se coloca en el fogaril. En la zona oriental (Ribagorza, Litera,
Bajo Aragón) se bendice y se aprovecha algún hueco de ella para esconder
golosinas o presentes. Ramón J. Sender la recuerda en Alcolea de Cinca:
"Tronco de Nadal, manda al mayoral que nos dé confites la noche
pascual". En la zona occidental se bendice y se quema un poco cada día
hasta Reyes. Según los lugares la ceniza tenía poderes fertilizantes,
protectores de animales y personas. La parte no quemada se guardaba en la
falsa para proteger contra los rayos.
|
|