De origen probablemente cartaginés ( se encontró en 1722 una moneda con el busto e inscripción
de Amílcar el cartaginés) el antiguo poblado debió ser arrasado por Roma, debido a su amistad con
los cartagineses, cuando esta vence a Cartago.
Cuando Alfonso I el Batallador llega a las tierras del Guadalope en 1119, ya no queda rastro a la
vista del Bordón antiguo.
A finales del siglo XII ( hacia 1196, que es cuando aparece documentado
el primer comendador de
Castellote), Gascón de Castellot, Ramón Berenguer IV
cede la villa de Castellote con todo su
territorio, Abenfigo, Bordón, Luco,
Santolea, Seno, Las Cuevas de Cañart, Ladruñan, Dos Torres
de Mercader, Las Parras y Torremocha, integrados entonces en la orden de San Redentor, a
los Templarios, que la convierten en Encomienda.
Con motivo del hallazgo por un pastor en un lugar vecino de la santa imagen de Ntra. Sra. de la
Carrasca, en 1212, el temple levantó en dicho lugar un Santuario, alrededor del cual
aproximadamente por el 1300 los habitantes del antiguo poblado
comenzaron a construir sus casas,
fundando así el nuevo Bordón. La imagen era de estilo románico, sedente, no muy alta, tallada en
madera y con el niño sentado en el regazo.
Seguramente sería una de esas imágenes que se escondieron por miedo a que los
musulmanes se
deshicieran de ella, recordemos que Castellote fue reconquistado
por el rey de Aragón Alfonso II
en el año 1170.
Se cuenta que al hallarla en 1212, los templarios se la llevaron a Castellote
pero al día siguiente
estaba la imagen sobre la carrasca donde la encontraron.
¿Milagro de la Virgen?
¿Alguien que no quería que la imagen quedara en Castellote la
devolvió al lugar?
Bordón debe su nombre
al río que atraviesa su termino municipal, afluente del Guadalope.
Esta orden religioso-militar llegó a conceder a Bordón Carta de población en 1282.
(Ver página de "Archivo/documentos")
Debido a la gran devoción a la virgen los templarios decidieron edificar Iglesia Mayor
en 1306 y
junto a la iglesia levantaron el Convento de Ntra. Sra. de Bordón para
dar cobijo a los peregrinos,
se puede apreciar en los muros de la iglesia y en casa parroquial donde aparecen sólidas arcadas.
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