Bandoleros en Aragón

 

 

 

 

 

Historias de bandoleros aragoneses

José Antonio Adell Castán - Celedonio García Rodríguez

 

 

Con el termino bandolero se denomina, habitualmente, al bandido, malhechor o salteador de caminos. No obstante, podemos distinguir claramente al bandolero del bandido, o de cualquier otro facineroso, por la particularidad de que el bandolero es el que con otros forma un bando o cuadrilla para robar por caminos y poblados, mientras que bandido es el delincuente (bandolero o no) que, llamado por medio de bando (edicto, pregón o llamamiento judicial), no comparece ante los jueces a compurgarse de sus delitos.

También se usan indistintamente otras expresiones consideradas sinónimos de bandolero: forajido, secuestrador, ladrón, delincuente, criminal y/o asesino, según el delito cometido.

La delincuencia propia del bandolerismo se caracterizaba por el robo a mano armada y por el secuestro, generalmente en despoblado, por una cuadrilla declarada en rebeldía.

Con algunas excepciones, los bandoleros aragoneses solían caer rápidamente en manos de la justicia o desaparecían temporalmente cuando se veían perseguidos. Muchas comarcas aragonesas eran tierra de paso de bandidos; cometían fechorías y huían rápidamente sin dejar rastro. La presión ejercida por la actuación de la Guardia Civil a partir de la segunda mitad del siglo XIX, impidió que los bandidos camparan a placer durante mucho tiempo, atemorizando a la poblaciones afectadas.

 

El fenómeno del bandolerismo.

El bandolerismo no es propio de un país ni de una época determinada, es un fenómeno social y universal. El bandolerismo floreció en la época heroica griega. También se remonta a los orígenes de la civilización romana; un ejemplo lo observamos en la celebridad que adquirió el famosos Caco.

En el siglo XV aparecieron en Alemania los raubritters, caballeros que vivían del robo a pesar dc pertenecer alguno de ellos a distinguidas familias. Inglaterra tuvo su Robin Hood, Escocia su Rob-Roy...

En los tiempos modernos muchos países han mitificado a sus bandidos celebres. En Alemania, Schinderhannes, al frente de unos cuantos bandoleros, creo la banda del Rhin... 

En Italia tuvo origen político, fantaseándose por la imaginación popular la vida aventurera de los bandidos. Hungría, Grecia, Córcega, entre otros países y regiones del mundo, vivieron y sufrieron el azote del bandolerismo.

En Andalucía, a finales del siglo xIx, el bandolerismo evoluciono hacia formas de delincuencia organizada, con bandas compuestas por mas de cien personas, formando redes conectadas con caciques locales. Se publicaron numerosos folletines narrando historias dc los bandidos mas celebres: los bandoleros se ensalzaban en libros, romances, aleluyas y otras expresiones literarias y pictóricas.

Los viajeros extranjeros por España contribuyeron a difundir en Europa la fama dc los bandoleros españoles, presentando a los de Sierra Morena con carácter duro, personalidad seductora y distinguidos por su forma de vestir (el prototipo era el "Tempranillo").

La muerte del "Pernales", en 1917, significó el fin de este feno6meno social, cuyo proceso de desaparición se inici6 con la creación de la Guardia Civil.

 

El bandolerismo y su repercusión social y cultural


A lo largo del siglo XIX circularon por nuestro país diferentes testimonios que daban a conocer a las gentes las hazañas
de los más famosos bandoleros. Folletines o novelas por entregas publicados por la prensa narrando su vida y hazañas, aleluyas, romances de ciego o representaciones teatrales con el bandolerismo como tema.




Carlismo y bandolerismo en el siglo XIX

Algunos textos de extranjeros que atraviesan Aragón en el siglo XIX nos muestran las luchas feroces motivadas por las guerras carlistas, que hicieron proliferar partidas de bandoleros, a veces camuflados de facciosos.

Las guerras carlistas fueron, indudablemente, una de las causas de la aparición del bandolerismo en Aragón. Muchos soldados derrotados tenían como única salida la emigración o subsistir fuera de la ley, echándose al monte.

Tampoco debemos relacionar únicamente al bandolerismo con los carlistas, puesto que algunos bandoleros pertenecían al sector político contrario que lucharon tenazmente contra el carlismo. Ese fue el caso de Melchor Luna, alias "Chorizo".

A finales de siglo todavía se presenta este país poblado de bandoleros, sin duda una imagen distorsionada y adornada de paños románticos, pero no exenta de base real. Asaltos de diligencias. fisonomías de mal agüero. compañías de guardias encargados de 
vigilar los caminos y perseguir a los ladrones, o las numerosas cruces de madera (se las llamaba "milagros") que crecían por todas partes indicando el escenario de un asesinato, justificaban los relatas románticos.
En 1873, muchos cabecillas carlistas recorrieron las comarcas aragonesas, haciendo incursiones en las poblaciones que encontraban a su paso, en las que obtenían dinero, alimentos, caballerías y armas. En ocasiones un cabecilla abandonaba una población y a la media hora se presentaba otro esquilmando a sus pobladores. 
Garbó estuvo en Santolea, y Clavera en Bordón; Nicolás Carcellar. alias "el "Seco de las Parras", recorrió en el verano de 1873 los pueblos próximos a Castellote, anduvo por Aguaviva, Torrevelilla, Las Parras de Castellote, Alcorisa, Albalate del Arzobispo, en Bordón (recogió 1.100 pesetas y quemó el registro civil). 

 

La generosidad del bandolero aragonés.


El bandido aragonés se hacía de buen grado. según Cenac-Moncaul: El aragonés coge el puñal o la escopeta por dos motivos: por satisfacer una venganza que el cree legítima, y entonces mata sin robar; o por satisfacer una necesidad imperiosa de dinero. y 
entonces roba sin hacer daño. Demanda la bolsa o la vida honestamente, con el sombrero quitado; dadle vuestro dinero y lo perderéis de vista. No tocara ni uno de vuestros cabellos y se dignara dejaros cinco o seis francos para que podáis seguir viaje hasta 
el próximo pueblo, dándoos escolta si es preciso.

 

 

 

 

Pascual Andreu Grau "FLORO"

Por tierras del Bajo Aragón y del Maestrazgo se hizo célebre un bandolero y criminal llamado Pascual Andreu Grau mas conocido con el apodo de <<Floro>>, nacido en La 
Cerollera el ano 1958. 

Era hijo de una familia campesina, honrada y bien situada 
económicamente, de apodo <<Florit>>.

Jesús Meseguer, autor de un libro sobre este bandolero, realzaba la figura de "Floro" como muy inteligente, guapo. alto y de figura atlética. Lo magnificaba también como un buen ladrón. aunque de carácter reservado y vengativo.

De pequeño ya mostraba inclinaciones perversas. Era haragán y pendenciero, travieso y audaz, desaplicado en la escuela, duro y aguerrido para la pelea. Los maestros no podían "hacer gavilla" de él. Sin tener nada de torpe, aborrecía el estudio. Y todo 
su afán era cometer pequeñas diabluras, propias de su edad y avasallar por el terror a sus compañeros. Por la menor simpleza se peleaba con su sombra, sin medir nunca las fuerzas del adversario.

Muy pronto se hizo el "gallico" entre los moza1betes de su pueblo, cuando aun no medía cinco palmos de estatura.

Era un vago contumaz. Le gustaba la vida andariega y dedicarse a la caza furtiva. Su mayor placer consistía en recorrer la campiña con la escopeta al hombro, merodeando sospechosamente. 

En las horas de asueto frecuentaba cafés y tabernas, cobrando en ellas el "barato". Se fue haciendo el "jaque" del pueblo mostrándose muy peligroso por sus impulsos y por la facilidad en jugarse la vida.



Un rasgo de matonismo.

Pascual Andreu era aficionado a participar en las carreras pedestres o "corridas de pollos" típicas en las fiestas de los pueblos aragoneses, en las que se ofrecían como premio tres, dos y un pollo a los corredores que antes llegaban a la meta.

La derrota sufrida por el "Floro", en una de estas competencias determinó uno de sus primeros resonantes rasgos de matonismo. Fue Pascual a correr los pollos a Monroyo, un pueblo cercano del suyo y aunque ya tenia fama de "jaque" allí encontró zapato de su 
medida.

Otro perdonavidas como el ganó la carrera y no se conformo con derrotarle, sino que además le humillo cruelmente. Arrancando unas plumas a los pollos que había ganado, se los puso al "Floro", en la boca. diciéndole con sorna brutal:

—Toma, "pa", que te consueles. Las plumas son para ti, yo me comeré el pollo.

El "Floro" siempre vencía en estas carreras: llegó a darse el caso de que los demás corredores se retirasen de la línea de salida al ver aparecer al  "Floro".

Pero en esta ocasión el  "Floro" tascó la humillación sin renunciar a vengarla.

Un buen día se armo hasta los dientes y fue a buscar al de las plumas que labraba sus campos. Mientras conversaba con él voló sobre sus cabezas un pajarillo. El  "Floro" lo abatió de un certero disparo y le dijo al labraba:

—Te acuerdas de las plumas que me hiciste comer en tal pueblo? Pues ahora te vas a tragar ese pájaro sin pelar ni nada. Te va la vida en ello.

El amenazado así vio al otro tan firmemente resuelto a matarlo si no obedecía que, como pudo, se tragó el pájaro con plumas y todo. 



Los delitos sangrientos del "Floro"


La primera hazaña sangrienta del "Floro" fue el asesinato del maestro de La Cerollera.

Las causas de aquel crimen no están bien determinadas. Se cuenta que obedeció exclusivamente al deseo de venganza, porque el pedagogo le había castigado cuando era niño; también que lo asesinó por quitarle unas pesetas; por una discusión promovida por un perro: que lo mato porque un DIA estaba de mal aire y no sabiendo con quien pagar, pagó con aquel infeliz; también se cuentan otras muchas cosas. lo cierto es que mató al pobre maestro y purgó aquel crimen con unos pocos años de 
presidio.

Del penal volvió más corrompido que cuando entro en él. Aprendió allí lo que le faltaba por aprender. Sin embargo, como era un personaje influyente, a la vuelta del presidio obtuvo una colocación de la Compañía de Teléfonos.

Estuvo en Alcaniz. Luego fue a Tarragona y volvió de nuevo a Álcañiz..

Se dice que el compañero le estorbaba. bien por envidia al ser ascendido a capataz, o porque uno de los dos iba a ser trasladado. Para librarse de él, un día le invitó a salir de caza, le coloco en una "espera" y le descerrajo de un tiro, sin mas miramiento, disirnulando que había sido un accidente fortuito. Quedó el herido con vida y el "Floro" le amenazó con rematarle si le delataba. Con un cinismo sin ejemplo, se lo llevo a hombros hasta encontrar gente:

—¡A este pobre!—decía—se le ha disparado la escopeta y por poco se mata!

El herido asentía, temiéndolo todo de Pascual Andreu.

Pero por fin le declaro la verdad al capitán de la guardia civil. jefe de la línea.

El "Floro" fue enviado al penal de Ceuta, consiguiendo fugarse. Convivió con los moros hasta que lo entregaron por cobrar el premio que España ofrecía al que presentase un preso evadido. Y nuevamente volvió a fugarse del penal, sin que se supiera como volvió 
a España.

Mientras el  "Floro" estuvo con los moros, escribió varias cartas a algunos de sus amigos pidiéndoles dinero para que no le entregasen a las autoridades ceutíes. Pero sus protectores le habían vuelto la espalda desde el momento en que se lanzó a la senda del crimen.


El regreso del "Floro"

Un día corrió por la comarca la voz. amedrentadora:

—¡ El "Floro", ha vuelto!

Era verdad. Se había fugado nuevamente del Hacha regresando a su tierra para liquidar, según sus procedimientos sumadísimos, las malas pasadas que le habían hecho los que llamaba sus amigos.

Para tranquilizar a los comarcanos la Guardia Civil siguió los pasos misteriosos del peligroso bandido.

Una noche dio un tremendo susto a un muchacho cuando llevaba a abrevar a las bestias 
de labor. El muchacho vio un bulto extraño y muerto de miedo corrió a su casa para anunciar la aparición.

—Me ha salido "una fantasma",.

~"La fantasma" era el "Floro", que tenía que valerse de ese ardid para despistar a sus perseguidores.

Otra noche fue a casa de un recaudador de impuesto que se había negado a enviarle dinero. Su esposa, mujer sagaz y animosa, adivino los propósitos del siniestro visitante. Lo suavizo con gran cautela preparándole una cena copiosa. Le dió el poco dinero que tenía en casa y le despisto diciéndole que su marido estaba recaudando en un pueblo distinto y distante del que realmente se encontraba.

Avisó a su marido y también a la Guardia Civil, movilizándose toda la compañía. que recorrió toda la campiña palmo a palmo, sin lograr dar con el terrible merodeador.

Por miedo, por amistad o por parentesco, nadie le delataba, ni daba una pista cierta de su paradero. Todo el mundo sabía donde y como se ocultaba. pero nadie tenía valor para delatarlo.

En abril de 1914 realizó un robo de 40.000 pesetas en una masía de la provincia de Castellón. Como el robo lo hizo en cuadrilla, de la que era el jefe solo le correspondió una parte del botín.

En otra masía de Teruel efectuó poco después otro robo de 20.000 pesetas.

Las fechorías del "Floro" tenían en constante alarma a la gente de los poblados que frecuentaba. Por fin, la Guardia Civil pudo darle alcance en Reus, el 27 de agosto de 1915.
El "Floro" fue conducido a la cárcel de Valderrobres y después al penal de Figueras para cumplir condena. Durante el traslado para ingresar en el penal de San Miguel de los Reyes, en la estación de la capital levantina pidió permiso a la pareja que lo conducía para evacuar una necesidad, logrando escapar por una ventana trasera.


El "Floro" hiere mortalmente a un guardia civil


De regreso a su tierra, se vio obligado a cometer nuevos delitos. Al anochecer del 28 dc noviembre de 1916, hirió mortalmente al guardia civil Pedro Velilla, en las proximidades de Valderrobres.

Regresaba al pueblo la pareja de la guardia civil, formada por los guardias Pedro Velilla y Pedro Ferrer, y al llegar frente a la torre llamada de "Bayod", a poco mas de un kilómetro de la población, se encontraron con un hombre que estaba sentado en el 
borde del camino. Llamo la atención a los guardias ver a aquella hora y en aquel sitio a un hombre desconocido. Como al interrogarle no dio contestaciones satisfactorias, quisieron cerciorarse de quien pudiera ser, y a la luz de una cerilla, con gran sorpresa de los guardias. vieron que el desconocido era el celebre Pascual Andréu, el "Floro", autor de dos asesinatos, de algunos robos de importancia y fugado dos veces de presidio.

Quisieron detenerlo a la voz de "¡date preso!"~; Andréu intento huir de un salto, pero el guardia Pedro Velilla se lanzo sobre él y en aquel momento recibió un disparo hiriéndole gravemente en el cuello.El guardia herido intento darle un golpe con el cuchillo bayoneta, pero no lo consiguió. y el criminal logró escapar protegido por las sombras de la noche.

El herido fue auxiliado por su compañero, siendo trasladado a la casa-cuartel; donde recibió la primera cura por el medico de Valderrobres, D. Emilio Arbunies, sin que pudiera extraerle el proyectil. Velilla falleció poco después a causa del disparo.

Un elevado numero de miembros de la Guardia Civil se concentro en Valderrobres para dar con el paradero del "Floro". 

En los primeros días de julio de 1917 la policía de Barcelona anunciaba la detención de un famoso criminal que se había refugiado en una taberna de la calle de Espadera.

Para poderlo reducir fue necesario mantener una lucha terrible. Un inspector y dos agentes entraron en la taberna y se acercaron a Pascual Andréu. Al ver Pascual a los guardias empuño un revolver que pudieron quitarle antes de que disparase.

Entonces uso los dientes y los puños, defendiéndose como una fiera y causando lesiones importantes en las manos y en los brazos de los policías, hasta que, después de mucho batallar, los agentes lograron reducir al forajido ayudados por algunos transeúntes.

Este acontecimiento fue aprovechado por la prensa para recordar las hazañas del  "Floro":"Es un personaje" de cuidado".

Sufre tres condenas de muerte. Ha cometido numerosos robos. Asesino a un guardia civil. Llevándolo en una conducción, logro escaparse al monte.

Volvió a ser capturado y de nuevo halló medio para fugarse. Llevado a Castellón , se escapó, no sin recibir un balazo.

Asesino a un maestro de escuela de un pueblo de la provincia de Castellón.

Fue llevado a Ceuta, donde permaneció poco tiempo. porque se escapó, como de anteriores penales.

Cometió dos robos importantes en Teruel. de 41.000pesetas el uno y de 20.000 el otro.

Fue conducido a Figueras. Desde Figueras fue llevado al penal de Valencia, de donde se escapó. con la misma 
facilidad con que realizó las otras fugas.

Al llegar a Valderrobres, intentó detenerlo el ordenanza del teniente de la Benemérita. El bandido hizo fuego a boca de jarro contra el guardia, matándolo.

Pascual Andréu fue recluido en la cárcel Modelo de Castellón, donde falleci6 el 4 de marzo de 1919 a consecuencia de tuberculosis pulmonar.

Su recuerdo todavía permanece en las gentes del Maestrazgo; un conocido dicho popular rememora su "oficio": "Eres mas ladrón que el Floro". 
Amados lectores míos,
escuchad con atención
la vida del criminal
porque causa admiración.

 Pascual se llama por nombre
y Andreu por apellido.
También se llamaba El Floro
este ladrón y bandido.

 La vida de este bandido
es muy larga de contar.
Explicaría algunas cosas;
todas no se pueden explicar.

 El crimen primero fue
para un infeliz maestro.
Que lo mató por cuestiones
que tuvieron por un perro.

 Este fue el primer crimen
que el criminal quiso hacer.
Lo llevaron a la cárcel,
la causa empezó a correr.

Y después de algunos meses
a presidio lo llevaron.
A poco a poco cumplió,
y después ya lo sacaron.

 Otra vez se lo llevaron
y de allí volvió a marchar.
A vivir en Alcañiz
por cambiar de lugar.

  Conociendo las personas
hizo unos buenos amigos.
Y por la mucha influencia,
le dieron un buen destino.

  Lo pusieron empleado
del teléfono de allí.
Dándole un buen jornal
para poder bien vivir.

 No contento aún con eso;
empezó a tener envidia
a otro amigo empleado
que junto con él servía.

 Un domingo de mañana
le dijo a su compañero:
“podríamos ir a cazar
y estaremos divertidos”.

Aquel compañero amable,
le dijo: “Bien has pensado.
Pasaremos el domingo
y los dos iremos cazando”.

  Cuando ya se hallaban lejos,
sin que nadie lo pensara,
en vez de cazar perdices
a su amigo le dispara.

 Como el amigo no sabía
aquella mala intención;
el bandido por detrás,
le dispara a traición.
  
Lo llevaron a la cárcel
y a la causa le corrió.
Para estar en la cárcel
veinte años le salió.

 Estando en el presidio,
sin que nadie lo pensara;
sin saber cómo ni cuando,
el Floro allí ya no estaba.

 Pasaron algunos meses
que nadie sabía nada;
pero al fin bien supieron
que por Castellón estaba.

 De Castellón marchó a Reus,
a una buena población.
Por las calles paseaba
vestido de gran señor.

 Los civiles que le vieron,
una descarga le tiraron.
Piensa de que lo hirieron,
pero él se fue escapando.

  A poco a poco llegó
a la provincia de Teruel.
Tierras que las conoce
porque es nacido él.

 Llegaron en Valderrobres,
y estuvieron unos días
examinando los campos
y masías que eran ricas.

 Después de mirarlo todo,
que muy bien lo conocieron.
Que en la masía Estopiñá
encontrarían dinero.

 Fueron una mañanita
y se escondieron en el campo
por ver a los labradores
si marchaban al trabajo.

  Cuando los vieron marchar,
poco a poco allí se fueron.
Y entraron dentro la casa
para robar el dinero.

  Encontraron a una anciana
asentada en una silla.
Diciéndole:” Venga el dinero
o sino, le va la vida”.

  Encontraron el dinero
y empezaron a marchar.
La anciana allí se quedo
con sentimiento a llorar.

  Otro robo muy importante,
en el término de Morella.
Masía de Ripollés,
masía que era rica y bella.

  Un domingo de mañana
era el Domingo de Ramos.
Apareció allí el Floro
con un compañero al lado.

Les hicieron un buen almuerzo
y cuando estaban acabando;
“Tome usted un duro
y nos irá cambiando”.

  La dueña cogió el duro
y se fue escalera arriba.
El Floro se fue detrás:
“Venga, el dinero o la vida”.

  En la masía de Refollés,
el día 12 de enero,
el Floro también robó
una porción de dinero.

 A las diez de la mañana
el Floro se presentó,
y entró dentro la casa.
Y a la dueña le dijo:

 “Yo quiero todo el dinero
que hay dentro la casa.
Y si no la saca pronto,
ya verá usted lo que le pasa”.

  La dueña de Refollés,
la pobre se echó a llorar.
Y el Floro con un revólver
ya la quería matar.

  El Floro se fue a la sala
y empezó a romper un arca.
Y allí encontró el dinero,
que es lo que él deseaba.

  Muchos billetes de banco,
también encontró plata.
Pasó de seis mil pesetas
lo que robó en aquella casa.

  Un domingo, ya era tarde,
lo encontraron los civiles.
Si era el Floro, no lo es…
le dicen: “Alto, quien vive?”.

  Mirándole cómo estaba
con una cerilla encendida.
El Floro dispara un tiro
y al pobre quitó la vida.

  El día 15 de Julio,
a las ocho de la mañana,
el Floro y sus compañeros,
al pueblo de Herbés estaban.

  Entraron en una taberna
y allí los tres almorzaron.
Y en cuanto acabaron de comer
del pueblo ya se marcharon.

El señor Alcalde de Herbés
envió un hombre a La Pobleta
para avisar a los civiles 
que supieron todas aquellas noticias.

  Se ponen el arma al cuello
y van camino arriba.
Llegaron a Torremiró
con muy poco descansar.

  Pregunta por quien han visto
y se vuelven a vigilar.
El peatón que allí estaba
les contestó al momento:

“He visto al Floro y dos más
que aquí abajo están en silencio”.
La pareja los encontró
allí los tres asentados.

Diciéndoles:“Alto. La Guardia Civil”.
Y el Floro fue contestando
disparándoles un tiro.
Fue ésta la contestación.

  Los guardias se defendieron
luchando con grande honor.
Y sin saber más noticias,
del Floro donde paraba.

  Pero al fin supieron
que por Barcelona estaba.
En una casa de comidas
En donde fue sorprendido.

  Por el señor Max
y otros hombres muy atrevidos
Y con cuatro Policías
y sin poder sujetarlo.

Pero al fin consiguieron
De pies y manos atarlo.

Ahora lo tiene la Policía
y está en manos del juzgado.
Para ver si pagará
robos, crímenes y daños.

Aquí concluye el romance
del feroz y criminal.
Aún falta mucho más,
todo no se puede explicar.

  El autor de éste romance;
De saber tiene poquito.
Salud les deseo a todos
A cuantos me habéis oído.

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